Huella de Carbono y El protocolo de Kyoto, son conceptos diferentes aunque podemos decir que van de la mano, dado que los estudios de Huella de carbono contribuyen a la mejora de la Gestión de los Bonos. Explicaremos brevemente ambos conceptos para que entiendamos mejor su relación.
Huella de Carbono, es una herramienta que nos ayuda a medir el Dióxido de Carbono Equivalente (CO2e) unidad usada para comparar la intensidad de absorción de los gases de efecto invernadero (GEI). Los CO2e se calculan multiplicando las cantidades respectivas de GEI por su potencial de calentamiento global.
Esos GEI, cuando no se trata directamente de CO2, sino de otros gases como metano, óxido de nitrógeno …. (Que también contribuyen al efecto invernadero) se convierten a su equivalente de CO2 en base a su capacidad de absorber radicación usando valores potenciales de calentamiento (GWP) definidos por la IPCC – Asociación intergubernamental sobre el cambio climático.
EL CALCULO DE LA HUELLA DE CARBONO NOS PERMITE IDENTIFICAR LAS FUENTES DE EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO (INTALACIÓNES, MAQUINAS, OPERACIÓNES…QUE ESTAN CONTRIBUYENDO MAS A GENERAR GEI) LO QUE NOS PERMITE PLANTEAR OBJETIVOS, MEJORAS, ACCIONES EN ESOS PUNTOS CRITICOS DE EMISIÓN.
Por otro lado tenemos el tema del Protocolo de Kyoto. El protocolo es un acuerdo internacional, con objetivo de reducir las emisiones de: CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6. Cada país adquiere un compromiso diferente con el Protocolo, e incluso hay país que tienen cero compromisos actualmente. Los países con compromiso con el protocolo, transcriben generalmente los requisitos del protocolo, a su propia legislación para marcar pautas internas que les ayuden a alcanzar ese compromiso adquirido. Es aquí en esta legislación nacional donde se suelen establecer los límites de emisiones. Según estas normativas, las empresas son obligadas a gestionar un número de BONOS (también conocidos como DERECHOS o CREDITOS) que representan el derecho a emitir una cantidad determinada. Las compañías que “necesitan” aumentar las emisiones por encima de su límite, deberán comprar créditos a otras compañías que están contaminando por debajo de su límite. Es decir el contaminador, está pagando por contaminar más. Existen mercados regulados y mercados voluntarios, países donde estapráctica es obligatoria y países donde es opcional.
Muchas veces se confunde también el tema de los BONOS, con la Compensación de la Huella de carbono. La compensación de emisiones de CO2 se basa en la aportación voluntaria de una cantidad económica de dinero, proporcional a las toneladas de CO2 emitidas, y que no se han podido reducir aun. Esta aportación económica se dedica a proyectos que se encuentran en países en desarrollo, para: contribuir a un desarrollo sostenible, protección de la biodiversidad… Se trata un poco de mantener la filosofía de “Quien contamina, paga”.
Con todo esto se trata de que entendamos que la Huella de Carbono es una herramienta que permite cumplir con los créditos que nos marcan, ya que es la manera de identificar en qué punto se están produciendo esas emisiones y por tanto poder reducirlo y cumplir, hasta situaciones incluso que somos capaces de tener créditos libres..
Sandra Varela - Intedya Internacional
Área de Medioambiente y Energía.