Estamos en 2024 y todavía mil millones de personas viven a más de dos kilómetros de una carretera transitable, una de cada seis mujeres en todo el mundo no busca trabajo por miedo al acoso en el transporte y los accidentes de tráfico se cobran más de 1 millón de vidas cada año. un enorme 92 por ciento de los cuales se encuentran en países en desarrollo. Es increíble que a pesar de todos nuestros avances humanos, el mundo enfrente brechas tan marcadas en el acceso al transporte.
¿Qué se necesitará para superar estas barreras? Principalmente dos cosas: asociaciones sólidas y mucha financiación.
Se necesitan aproximadamente entre 2 y 3 billones de dólares cada año para inversiones en transporte hasta 2050 , según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Parte de estos gastos implican el mantenimiento de los sistemas de transporte que ya existen, ya que los peligros naturales causan un promedio de 15 mil millones de dólares al año en daños directos a la infraestructura de transporte global. Otra parte se destina a la construcción de nuevos sistemas, que a menudo tienen precios elevados. El Metro de Quito, que se inauguró con un éxito transformador este año, costó más de $2 mil millones. Y se debe hacer aún más esfuerzos hacia la ampliación de nuevas tecnologías que ayudarán a que el sector sea menos contaminante y más resiliente. El Banco Mundial mantiene una cartera de transporte de 40.000 millones de dólares, cifra importante pero insuficiente para cubrir las necesidades mundiales. Los fondos públicos y de los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) simplemente no pueden satisfacer la demanda actual ni cubrir los costos abrumadores de una transición climática en el sector. Si queremos lograr un futuro con un transporte inclusivo, seguro, resiliente y ecológico, entonces es imprescindible asociarnos con el sector privado.
Los compromisos del sector privado con proyectos de infraestructura se han ido recuperando desde que alcanzaron su punto más bajo durante la pandemia, y el sector del transporte ha estado liderando el camino. En 2022 , los proyectos de transporte recibieron 66.200 millones de dólares en compromisos del sector privado en 85 proyectos. Esto representa más del 70 por ciento del total de los compromisos del sector privado en los países de ingresos bajos y medianos para ese año.
El sistema de autobuses de tránsito rápido (BRT) de Dakar en la capital de Senegal es un ejemplo de cómo el financiamiento público, los BMD y el privado pueden unirse para apoyar estos objetivos. El BRT es el primer sistema de autobuses totalmente eléctrico del continente africano y promete un viaje seguro, cómodo y rápido para 320.000 viajeros diarios en su camino hacia 170.000 puestos de trabajo en la ciudad. Cambiar el tráfico de automóviles a autobuses eléctricos también conduce a reducciones de emisiones equivalentes a sacar de circulación 260.000 automóviles. Para implementar este sistema “se requirió un pueblo”, como dice el refrán, con el apoyo del Banco Mundial, la Corporación Financiera Internacional (CFI), la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), el Banco Europeo de Inversiones, el gobierno y el sector privado. Una garantía emitida por MIGA permitió la adquisición de una flota de BRT totalmente eléctrica y la IFC asesoró además sobre el establecimiento de una asociación público-privada. Este exitoso proyecto muestra lo que es posible con el enfoque del Grupo Banco Mundial.
Se necesitan más esfuerzos de este tipo para garantizar que todos tengan acceso a los servicios de transporte y para crear un futuro en el que el transporte contribuya menos al cambio climático. Pero incluso cuando el transporte desempeña un papel destacado en la movilización de capital privado, los niveles de inversión siguen siendo insuficientes. Resolver esta cuestión de financiación es crucial para construir un futuro con transporte sostenible, razón por la cual nos estamos centrando en movilizar financiación para la acción climática en el próximo evento Transforming Transportation 2024.
Por nuestra parte, el Grupo del Banco Mundial está intensificando sus esfuerzos para movilizar más financiamiento para resolver los mayores problemas del mundo. La Hoja de Ruta para la Evolución del Banco Mundial nos exige que utilicemos estratégicamente nuestro poder financiero, especialmente en formas que aprovechen las asociaciones con el sector privado. Una revisión del negocio de garantías del Grupo del Banco Mundial fija el objetivo de triplicar las emisiones anuales de garantías a 20.000 millones de dólares para 2030. Estamos abogando por una reposición significativa de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial, que proporciona subvenciones y créditos a los países más pobres del mundo. Y entregamos una cifra récord de 38.600 millones de dólares en financiación climática en el año fiscal 2023 para apoyar los esfuerzos por poner fin a la pobreza en un planeta habitable.
Si bien estos pasos son importantes, para transformar verdaderamente el futuro del transporte necesitamos que se unan más socios y más recursos. Transforming Transportation 2024 explorará cómo podemos hacer esto y más. Únase a nosotros para las discusiones del 19 y 20 de marzo asistiendo a las sesiones , viendo el evento en vivo o compartiendo sus puntos de vista en los comentarios o en las redes sociales con #TTDC24. Sólo uniéndonos podremos determinar la mejor manera de movilizar recursos para lograr un transporte más ecológico, seguro y resiliente para todos.
Fuente: blogs.worldbank.org
