Invertir en las mujeres beneficia a las mujeres y a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, al ritmo actual de inversión, en 2030 todavía habrá más de 340 millones de mujeres y niñas que vivirán en la pobreza extrema. Nunca había sido tan urgente avanzar en el empoderamiento económico de las mujeres, una realidad que se recoge en la temática del Día Internacional de la Mujer de 2024: "Invertir en las mujeres: Acelerar el avance".
Cuando las mujeres progresan en el mundo laboral, están en mejor posición para ejercer su capacidad de acción y hacer uso de sus derechos. Pero no sirve cualquier empleo; ha de ser trabajo productivo y en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad. Sin embargo, casi el 60 % del empleo de las mujeres en todo el mundo se enmarca en la economía informal y, en los países de ingresos bajos, la cifra supera el 90 %. Incluso cuando las mujeres tienen trabajo, su remuneración es de 80 centavos por cada dólar que ganan por término medio los hombres, o todavía menos en ciertos casos, como el de las mujeres de color y las que son madres. La desigualdad de género en materia de ingresos le cuesta al mundo más del doble del valor del PIB global en términos de riqueza del capital humano.
Algunas medidas como la transparencia salarial, la igualdad de remuneración por trabajos del mismo valor y el acceso a los servicios de cuidados pueden contribuir a cerrar la brecha salarial de género para lograr la igualdad entre mujeres y hombres en el lugar de trabajo.
Mejorar la participación efectiva de las mujeres en sectores en los que actualmente están infrarrepresentadas, como la ciencia, la tecnología y la ingeniería, es clave para su empoderamiento.
El PIB mundial podría crecer un 20% si acabamos con las brechas de género en el empleo. Además, cuando las mujeres emprendedoras tienen éxito, pueden crear puestos de trabajo e impulsar la innovación.
Las organizaciones y los planes de igualdad
La igualdad de género ha cobrado mucha fuerza en los últimos tiempos. Para conseguirla, las organizaciones deben establecer un Plan de Igualdad definido como: La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.
El Plan de Igualdad de Género plantea medidas que permitan definir políticas, objetivos, cumplir con los requisitos legales y gestionar el acceso al empleo y la promoción interna justa, la conciliación laboral, personal y familiar, las retribuciones salariales que acaben con la brecha salarial y erradiquen el acoso sexual y por razón de sexo.
Todo mientras se fomenta la mejora continua dentro de la organización. La igualdad de género ya no es algo voluntario. Los países se encuentran cada vez más concienciados y sensibilizados y los Planes de Igualdad sirven como herramienta para alcanzar los requisitos exigidos.
AGENDA 2030 y la igualdad de género
En los últimos años se han logrado avances en materia de igualdad de género mediante la creación y la reforma de la legislación en muchos países. Sin embargo, los recursos y presupuestos para conseguir los compromisos contraídos para los derechos de la mujer aún no son suficientes.
1 de cada 5 mujeres y niñas en el mundo ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja en los últimos 12 meses y 200 millones de mujeres siguen siendo víctimas de prácticas lesivas como la mutilación genital femenina y enfrentando obstáculos respecto a sus derechos sexuales y reproductivos.
El ODS 5 pretende facilitar a las mujeres y niñas igualdad en el acceso a la educación y atención médica, en las oportunidades para conseguir un trabajo digno y en la representación en los procesos de adopción de decisiones políticas y económicas.
Las empresas juegan un rol clave en este sentido, debiendo adoptar a nivel interno políticas y procedimientos para garantizar los mismos derechos y oportunidades laborales a la mujer e invirtiendo a nivel externo en programas de empoderamiento económico de las mujeres y niñas, fomentando así el crecimiento económico y el desarrollo social. Además, cuando se trata de avanzar en la igualdad de género, las organizaciones tienen un papel importante que desempeñar y mucho que ganar. Las empresas con un nivel alto de mujeres en su equipo ejecutivo tienen un 21% más de probabilidades de registrar ganancias superiores al promedio que las empresas con niveles más bajos.
Fuente: pactomundial.org/ intedya.com / unwomen.org