En tan solo un año, la inteligencia artificial (IA) ha pasado a ocupar un lugar central en las previsiones sobre el futuro del mundo. Ha provocado tanto entusiasmo como miedo.
Como todos sabemos, el miedo vende mejor. Es por eso que Leave the World Behind con Julia Roberts se convirtió en una de las mejores películas de Netflix . Es una mirada apasionante y aterradora al colapso de la infraestructura tecnológica global.
Una película sobre agricultura de precisión impulsada por IA difícilmente captaría tanta atención. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja que las películas.
La IA, si se aprovecha adecuadamente, puede ser una poderosa fuente de bien en este mundo.
La IA generativa tiene el potencial de agregar hasta 4,4 billones de dólares en valor a la economía global , superando el producto interno bruto de la mayoría de los países. Se estima que la IA puede ayudar a mitigar hasta el 10 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero para 2030 . De hecho, las soluciones digitales como la IA pueden acelerar el progreso en el 70 por ciento de todas las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Además, el impacto de la IA es más que estadístico. Se trata de un impacto real impulsado por personas reales.
Por ejemplo, Tolbi , la nueva empresa de Mouhamadou Kebe en Senegal , utiliza datos satelitales para apoyar a los pequeños agricultores en África occidental. Es uno de los últimos ganadores de AI for Good Innovation Factory , una plataforma de aceleración y presentación de propuestas con sede en las Naciones Unidas para empresas emergentes de IA.
En algunos casos, los productores de anacardos que adoptaron la guía de Tolbi han triplicado sus rendimientos.
Aun así, los riesgos de la IA también son reales.
¿Por que preocuparse?
Los riesgos van desde desinformación y deepfakes (algo preocupante en un año en el que más de la mitad del mundo se dirige a las urnas ) hasta sesgos socioculturales. El procesamiento de datos de IA consume grandes cantidades de energía eléctrica, así como el agua necesaria para enfriar los centros de datos en expansión y fabricar microchips.
Estos riesgos exigen modelos de gobernanza adecuados.
Desafortunadamente, un riesgo importante también es el de que el desarrollo rápido y transformador de la IA deje atrás a miles de millones de personas.
¿Qué significa la IA para los 2.600 millones de personas del mundo actual que todavía no están conectadas?
¿Es posible el acceso equitativo cuando sólo un puñado de países punteros poseen casi la mitad de las publicaciones y patentes relacionadas con la IA ?
¿Y qué nos depara el futuro a cualquiera de nosotros, dadas las recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional de que la IA afectará a casi el 40 por ciento de los empleos a nivel mundial?
Al igual que en revoluciones tecnológicas anteriores, no podremos detener el cambio.
Así que lo que importa es estar preparados para ello, y esto se aplica tanto a las personas como a los países.
¿Cómo estamos ayudando?
El sistema de las Naciones Unidas y la UIT –como agencia de las Naciones Unidas para las tecnologías digitales– desempeñan un papel crucial en este sentido.
Tres áreas de acción son clave:
La plataforma AI for Good de la UIT ha reunido a más de 40 organismos de las Naciones Unidas con innovadores y visionarios de la IA, así como con posibles usuarios de la IA en numerosas industrias y sectores.
Todos se reunirán nuevamente en la próxima Cumbre Global AI for Good , que tendrá lugar en Ginebra, Suiza, y en línea los días 30 y 31 de mayo, con el Día de la Gobernanza de AI el 29 de mayo.
Mirando hacia el futuro
El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, está trabajando arduamente para promover la gobernanza internacional de la IA a través de su Órgano Asesor de Alto Nivel sobre IA y el Pacto Digital Mundial propuesto.
Mientras tanto, debemos seguir aprovechando el trabajo existente para aprovechar la IA para siempre. El informe de la UIT sobre las actividades de las Naciones Unidas en materia de IA destaca casi 300 proyectos, desde la previsión de crisis alimentarias hasta el mapeo de escuelas basándose en imágenes satelitales.
También debemos aprovechar los modelos y marcos existentes de las Naciones Unidas que podrían aplicarse a la gobernanza de la IA.
El Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre IA , copresidido por la UIT y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), presentó recientemente una visión general al Órgano Asesor sobre IA del Secretario General de las Naciones Unidas.
Nos hemos unido antes para aprovechar la revolución digital.
Dos Cumbres Mundiales sobre la Sociedad de la Información –en Ginebra en 2003 y en Túnez en 2005– establecieron el marco para una cooperación digital inclusiva mientras Internet se extendía por el mundo. El actual proceso de revisión de la CMSI+20 nos está ayudando a aprender del proceso realizado hasta ahora y a sentar las bases para el futuro.
La Cumbre del Futuro de septiembre de 2024 es otra oportunidad más para dar forma al mundo digital que queremos. Aprovechemos este momento para aprovechar el poder de tecnologías como la IA, mitigar sus riesgos y garantizar beneficios equitativos para todos.
Fuente: itu.in