Ana Graça, coordinadora de la Naciones Unidas en Panamá, sostuvo que el país tiene desafíos y oportunidades como reducir la pobreza y mejorar la educación.
A tan solo 7 años para el 2030, fecha que fijó la Asamblea General de las Naciones Unidas para cumplir con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, existe un fuerte rezago a nivel mundial y América Latina y el Caribe no es la excepción.
Ana Graça, coordinadora de la Naciones Unidas (ONU) en Panamá, detalló que de las 169 metas que se acordaron de la Agenda 2030, apenas se ha avanzado en 25%, mientras que 75% están rezagados y en algunos casos ni siquiera se han adoptado o ni siquiera hay planes para avanzar en muchos países de la región.
“A nivel global se está hablando que de las 169 metas sólo 25% están en buen camino, y las demás están estancadas o con rezago y a nivel regional se está viendo la misma tendencia”, sostuvo Graça quien participó en la semana de la Responsabilidad Social Empresarial, organizada por Sumarse.
La ejecutiva de la ONU precisó que Panamá fue uno de los primeros países de esta región en unirse al compromiso de la Agenda 2030.
“Existe un compromiso impresionante porque fue uno de los primeros países que se unió a la Agenda 2030 y que tiene toda esa huella de institucionalidad de tener en sus planes a nivel de gobierno y también de las empresas de adoptar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Sin embargo, al estar inmerso el país, en un contexto global, persisten los desafíos fuertes y estructurales como la desigualdad, jóvenes que no estudian ni trabajan, pobreza, población con subalimentación entre otros problemas”, mencionó la coordinadora de la ONU en el país.
Indicó que el país tiene un gran potencial en términos de desarrollo y protección de la biodiversidad, medidas para mitigar el cambio climático y acelerar la transición energética.
“Vemos que el crecimiento económico de Panamá ayuda a enfrentar esos problemas y a desarrollar una agenda para reducir la pobreza, pero aun no llega a las poblaciones indígenas y afrodescendientes”.
La coordinadora residente de la Naciones Unidas en Panamá indica que en lo que resta de los próximos años antes de 2030, lo que se busca es que los países aceleren el cumplimiento de las metas para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
“No se va a inventar nada, sino acelerar, la ruta es clara y fue determinada en 2015, lo que se está hablando es de cómo enfocar aquellas áreas donde hay compromisos a nivel global de tener más inversiones sostenibles. Por ejemplo, este tema de más bonos climáticos y emisiones sostenibles puede generar que esa liquidez de recursos que hay a nivel global se enfoque en las áreas prioritarias”.
Menciona la necesidad de una mayor inversión en educación, tecnología aplicada a la agricultura, protección social, empleo, cambio climático y energía entre otras actividades.
Ana Graça admite que la pandemia y posteriormente las presiones inflacionarias, generaron que muchos países en lugar de acelerar la descarbonización de su economía, aumentaran los subsidios de los combustibles fósiles contaminantes como la gasolina, el gas doméstico y otros.
“Estamos saliendo de varias crisis que hicieron que los gobiernos tuvieran que tomar algunas medidas de subsidiar y generalizar algunas ayudas para hacer frente a los impactos económicos que a su vez las comunidades estaban teniendo, pero la transición energética y el cambio de las prácticas que tienen un efecto dañino en el clima es el futuro”.
Insistió en que se debe acelerar la transición para reducir el uso de los combustibles fósiles porque es una cuestión de sobrevivencia para todo el mundo.
Fuente: martesfinanciero.com