La inteligencia artificial (IA) está en todas partes y eso es algo de lo que hay que maravillarse. La IA impulsa todo, desde búsquedas web avanzadas hasta recomendaciones de redes sociales y diseño de videojuegos. Pero podría hacer infinitamente más.
La IA tiene el potencial de revolucionar nuestras sociedades y economías. Las discusiones sobre el futuro de la IA tienden a centrarse en los riesgos; pero los problemas relacionados con el sesgo de los datos, la falta de transparencia y la privacidad se deben en realidad al uso inescrupuloso de la tecnología, no a la tecnología en sí.
Nunca nos daremos cuenta de los beneficios de la IA si nos centramos únicamente en los aspectos negativos. Un futuro positivo para la IA es posible, pero debemos perseguirlo activamente. Si abordamos la IA con una mentalidad positiva, colocando las necesidades sociales como la ética y la sostenibilidad en el centro de su desarrollo, entonces podremos desbloquear todo su potencial.
La promesa de la IA
Imagínese si los avances que hemos visto en IA en el último año hubieran ocurrido hace siquiera media década. ¿Podría haber acelerado el desarrollo de vacunas contra el coronavirus? ¿Podría haber evitado la crisis económica global que experimentamos este año? Preguntas y escenarios potenciales como estos dan crédito al argumento de que podría ser poco ético no desarrollar IA.
La IA, como cualquier otra tecnología poderosa, puede ser un arma de doble filo. Tomemos, por ejemplo, la industria automotriz: los primeros días fueron tan polémicos como lo es hoy la revolución de la IA. Había riesgos inherentes al uso de automóviles. Y sí, hubo complicaciones, pero construimos un sistema con barandillas que hicieron que los autos fueran más seguros. Estos continúan mejorando desde su desarrollo hace más de un siglo. Ha llegado el momento de poner barreras para la IA.
IA para siempre
Un resultado positivo para la IA no sucederá simplemente: debemos avanzar hacia él. Esto requiere que avancemos en su desarrollo responsable y ético, respaldado por la cooperación internacional e intersectorial. Las capacidades de la IA no deberían definirse sólo por lo que es técnicamente posible, sino también por lo que la sociedad necesita y espera.
Necesitamos una amplia gama de aportes de expertos que abarquen diversas geografías, industrias y roles, con todos los integrantes del ecosistema de IA involucrados en el proceso de establecimiento de estándares. Las Normas Internacionales desempeñan un papel importante como interfaz entre las posibilidades tecnológicas y las expectativas de la sociedad. Esto proporcionará una base sólida para el desarrollo equitativo de la IA.
Si se desarrolla de manera ética y responsable, la IA podría ayudar a marcar el comienzo de una nueva era de innovación e inclusión. Esta tecnología de vanguardia podría utilizarse para hacer que nuestro mundo sea mejor y más seguro, abriendo posibilidades que parecían ciencia ficción hace apenas unos años.
Un ecosistema colaborativo
Las aplicaciones de la IA son amplias y variadas. Para garantizar que los estándares que desarrollamos sean adecuados para su propósito, necesitamos un ecosistema internacional que incluya diversas perspectivas organizacionales y refleje las múltiples formas en que se utilizará la tecnología.
Los estándares que incorporan los resultados sociales y éticos deseados sirven como marco fundamental para desarrollar, implementar y regular sistemas de IA. Atrás quedaron los días en los que se daba prioridad al rendimiento, el costo y la escalabilidad sobre la sostenibilidad y la confiabilidad. El futuro de la TI, incluida la IA, requiere que abordemos simultáneamente todas estas consideraciones.
Con esta filosofía en mente, nuestros expertos en IA están aprovechando el conjunto completo de herramientas del sistema ISO para desarrollar estándares que garanticen la adopción más amplia y responsable de la IA. Necesitamos seguir trabajando estrechamente con otras organizaciones internacionales, reguladores, formuladores de políticas y usuarios finales en un ecosistema colaborativo y cohesivo.
Mirando hacia el futuro
Como ocurre con cualquier tecnología nueva o producto innovador, existen puntos de inflexión a medida que avanza el desarrollo y la adopción. Es precisamente en estos puntos donde ISO y sus pares tienen una oportunidad real de lograr un impacto tangible y positivo.
Los estándares internacionales ofrecen un marco para la creación y el desarrollo de sistemas de IA responsables y resilientes basados en los aportes y las voces de todas las partes interesadas. Los estándares ayudan a fomentar la interoperabilidad, la seguridad y la transparencia en todas las aplicaciones de IA, garantizando que los beneficios de la IA sean accesibles, comprensibles y significativos para todos.
Una cosa es segura: la IA no permanecerá estática. Evolucionará continuamente a medida que aparezcan nuevos casos de uso. A medida que superemos los límites de la IA, también adaptaremos nuestros estándares para abarcar nuevas innovaciones, aplicaciones y escenarios.
El futuro de la IA está lleno de oportunidades, pero debemos avanzar con previsión y responsabilidad. Mientras podamos adoptar la colaboración, incorporando todas las voces, podremos ayudar a orientar la tecnología para el mejoramiento de la humanidad.
Acerca de Wael William Diab
Wael William Diab es un tecnólogo visionario apasionado por hacer avanzar el mundo de las telecomunicaciones. Con más de 25 años de experiencia en las principales empresas tecnológicas de Silicon Valley, ha realizado importantes contribuciones en los campos de la inteligencia artificial, la IoT y la sostenibilidad de las TIC, impulsando la innovación y dando forma al futuro de las tecnologías de redes. Wael lleva dos décadas trabajando en la normalización y actividades relacionadas.
Fuente: iso.org