Desde el año 2019, se estableció el 7 de junio como el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos, una fecha oficial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo objetivo es prevenir, gestionar y detectar los riesgos que corren los seres humanos en todo el mundo producto de la ingesta de alimentos contaminados causantes de múltiples enfermedades.
La inocuidad de los alimentos no solo es un elemento crucial para la seguridad alimentaria, sino que también desempeña un papel fundamental en la reducción de las enfermedades transmitidas por los alimentos.
Si nos fijamos en los datos que nos comparte la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año, 600 millones de personas se enferman debido a los 200 tipos diferentes de enfermedades que pueden ser transmitidas por los alimentos. La población con menos recursos y los jóvenes están entre los más afectados. Las enfermedades transmitidas por los alimentos causan 420.000 muertes evitables al año.
Actualmente, hablar de seguridad alimentaria implica, además de velar por la inocuidad de los alimentos, tener en cuenta factores tan diversos como la calidad, la vida comercial o la sostenibilidad durante todo el proceso de elaboración. Factores que, por otro lado, son decisivos para un consumidor final cada vez más consciente, comprometido e implicado con el desarrollo sostenible.
El objetivo de esta conmemoración es sensibilizar a la población sobre la importancia de la prevención, detección y gestión de riesgos a través de la inocuidad alimentaria, promoviendo debates, soluciones y formas de mejorar la salud humana, el comercio, la agricultura y el desarrollo sostenible.
“Las normas alimentarias salvan vidas” es el eslogan del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos de este año. Las normas no sólo ofrecen a los agricultores y elaboradores orientaciones sobre la manipulación higiénica de los alimentos, sino que definen también los niveles máximos de aditivos y contaminantes, entre otros componentes, que pueden ser consumidos con seguridad. Gobiernos, organizaciones y órganos regionales o intergubernamentales son los encargados de establecer dichas normas. La Comisión del Codex Alimentarius, que este año celebra su 60 aniversario, es uno de los órganos responsables en el establecimiento de normas internacionales de inocuidad y calidad de los alimentos.
Cumplir con las normas alimentarias globales, establecer regulaciones de control de alimentos efectivas que incluyan preparación y respuesta ante emergencias, proporcionar acceso a agua potable, aplicar buenas prácticas agrícolas (terrestres, acuáticas, ganaderas y horticultura), fortalecer el uso de Sistemas de Gestión de Seguridad Alimentaria por parte de los operadores de las empresas alimentarias, y educar al consumidor en la elección de alimentos sanos, son algunas de las formas en las que los gobiernos, las organizaciones internacionales, los científicos, el sector privado y la sociedad civil trabajan para garantizar la inocuidad de los alimentos.
Desde Intedya, apoyamos la iniciativa del día mundial de inocuidad alimentaria. Contamos con experiencia en consultoría, formación y auditoría en diferentes estándares o normas de seguridad e inocuidad alimentaria. Podemos ayudar a las empresas en normas más básicas, como pueden ser una Buenas Prácticas de Manufactura, hasta en estándares con mayor prestigio como pueden ser IFS Food, BRCGS Food y FSSC 220000, aprobadas y reconocidas por la Iniciativa Global de Seguridad Alimentaria (GFSI).
Tamara Quintana García
Central Internacional de Operaciones de Intedya
Área de Seguridad Alimentaria