La situación de las mujeres en el mercado laboral ha dado pasos de gigante en las últimas décadas, aunque todavía quedan brechas importantes por cerrar, como su acceso a la cúpula de las empresas. Las posiciones de liderazgo se resisten a las mujeres, que en España solo ocupan un 29% de los puestos de responsabilidad empresarial. En Revista Haz hemos preguntado a dos destacadas directivas qué aleja a las mujeres de los puestos de poder y si la reciente decisión de la Unión Europea de imponer cuotas de género puede abrir grietas en el techo de cristal.
La expresión glass ceiling (techo de cristal) la pronunció por primera vez una mujer, Marilyn Loden, en 1978.Fue en una mesa redonda sobre las aspiraciones de las mujeres y, según explicó años después a la BBC esta estadounidense, las participantes hacían autocrítica y reflexionaban sobre sus supuestas deficiencias como trabajadoras.
A Loden, experta en asuntos laborales, le costó quedarse callada y escuchar las críticas: “Argumenté que el ‘techo invisible de cristal’ era lo que más obstruía las aspiraciones y oportunidades profesionales para las mujeres, y que esas barreras eran más culturales que personales”. Desde entonces, este término se utiliza para referirse a los obstáculos que encuentran las mujeres para ascender en su carrera profesional.
Han pasado cuatro décadas desde que la expresión vio la luz y, por fortuna, la situación laboral de las mujeres ha mejorado considerablemente, aunque el techo continúa ahí, con un cristal más fino, pero irrompible, por ahora.
Los hombres siguen copando las posiciones de poder. Desde hace unos años, en la universidad, ellas ocupan más pupitres que ellos (un 55’7%, en la actualidad) y, en el mercado laboral, los trabajos se reparten casi al 50% entre hombres y mujeres, pero esta relación no se mantiene en los escalones más altos de la jerarquía profesional.
Según datos recogidos por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a finales de 2021, la presencia de mujeres en los consejos de administración de las empresas españolas cotizadas alcanzaba el 29,26%, con una mejora de tres puntos respecto al año anterior.
Las grandes empresas son las que obtienen mejor nota en esta área: en las sociedades del IBEX 35 las mujeres ocupan el 34,20% de las sillas de sus consejos, un porcentaje mayor que la media, pero todavía alejado del objetivo del 40% que recomienda para finales de 2022 el Código de Buen Gobierno de la CNMV.
En cuanto a la alta dirección, las mujeres representaban el 19,66% del total de altos puestos directivos (los que dependen directamente del consejo o del primer ejecutivo de la compañía). La CNMV ha pedido a las empresas cotizadas que “aceleren la incorporación de más mujeres en los puestos de mayor responsabilidad, especialmente en los de alta dirección y como consejeras ejecutivas, ya que, además de favorecer la necesaria diversidad de género, permitirá maximizar el talento en las empresas”, comenta en su informe.
Fuente: hazrevista.org