Cada 14 de octubre, desde 1970, se celebra el Día Mundial de la Normalización (World’s Standard Day) con el fin de reconocer el gran esfuerzo de miles de expertos que desarrollan estándares voluntarios en las organizaciones tales como la Organización Internacional de Normalización (ISO), miembros de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU).
Las normas ISO son un conjunto de estándares y guías relacionadas con sistemas y herramientas para gestionar organizaciones de cualquier tipo, tamaño, sector y actividad. En la actualidad existen más de 22.000 estándares ISO, aceptados en más de 165 países, cuyo objetivo consiste en unificar los elementos necesarios de cada organización para aumentar su eficiencia, mejorar sus productos y servicios y reducir costos desde el punto de vista de la calidad, el medio ambiente, la responsabilidad social corporativa, la seguridad y salud laboral, la seguridad alimentaria y los riesgos y cumplimientos.
Las certificaciones ISO son una garantía de calidad a nivel internacional ofreciendo especificaciones de clase mundial que facilitan el crecimiento exponencial de las empresas al posicionarlas en las primeras posiciones en un mundo cada vez más competitivo, siempre bajo el lema de la “mejora continua”.
Desde el año 2015, y a través de Naciones Unidas, se establecieron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para cumplir con la Agenda 2030, cuyo propósito fue crear un conjunto de objetivos mundiales relacionados con los tres pilares marcados por la RSC: económico, ambiental y social. Las normas ISO contribuyen de manera directa al cumplimiento de cada uno de los 17 objetivos.
Con la creación del Día Mundial de la Normalización se pretende dar a conocer las diversas alternativas en como las normas internacionales contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.