La ciencia es clara: para prevenir un desastre climático global, debemos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 45 % en relación con los niveles de 2010 para 2030. También debemos alcanzar el cero neto para 2050.
La transición a un mundo de cero emisiones netas es uno de los mayores desafíos a los que se ha enfrentado la humanidad. Exige una transformación completa de cómo producimos, consumimos y nos movemos.
El nuevo sistema deberá abordar la triple crisis planetaria del cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. Desvincular el crecimiento del impacto ambiental requerirá soluciones innovadoras respaldadas por alianzas globales, con los sectores público y privado empujando en la misma dirección y con urgencia.
La transición a un mundo neto cero requiere una transformación completa de cómo producimos, consumimos y nos movemos.
El sector industrial es un componente esencial de una economía saludable, pero también una fuente importante de emisiones. Por lo tanto, la industria debe liderar estos esfuerzos. Las cadenas de suministro globales (GSC) nos brindan una variedad de oportunidades para acelerar esta transición ecológica.
Hasta el 80 por ciento del comercio mundial involucra cadenas de suministro globales. Son la base de casi todos los aspectos de la producción industrial moderna. Ofrecen soluciones a través de financiamiento, innovación y apoyo multilateral, alianzas y marcos. En este artículo, describo tres de las áreas clave en las que mayores esfuerzos multilaterales en las GSC pueden ayudarnos a abordar la crisis climática de manera efectiva.
Energía limpia, economía circular
La transición a fuentes de energía limpia, como el hidrógeno verde , será clave para avanzar en la descarbonización industrial y garantizar GSC (más) verdes. Esto hace que la nueva Alianza Mundial sobre Hidrógeno Verde en la Industria de la ONUDI sea especialmente importante.
Sin embargo, lograr la transición energética a la escala necesaria será un desafío para muchas industrias. Reemplazar activos e infraestructura, a menudo antes del final de su vida productiva, significa costos sustanciales. Los formuladores de políticas tendrán que promover activamente y reducir el riesgo de inversión en fuentes y equipos de energía verde. También necesitamos una política industrial para fomentar la eficiencia energética en el ínterin, mientras las empresas crean capacidad para una transición energética completa.
Mejorar la eficiencia de los recursos es otra prioridad. Pasar a una economía circular es una forma de abordar las ineficiencias estructurales en las cadenas de suministro. Hasta el momento, 16 países se han unido a la Alianza Global sobre Economía Circular y Eficiencia de Recursos (GACERE). Junto con la UE y el PNUMA, la ONUDI está reuniendo a los gobiernos y las redes y organizaciones relevantes para proporcionar un impulso global a las iniciativas sobre la transición a la economía circular .
Innovación y transferencia de tecnología
Nuevos diseños, nuevos procesos, nuevas tecnologías y nuevas habilidades: necesitamos que todo esto se comparta para permitir la transición ecológica.
Los GSC cooperan a través de redes globales de socios locales . La globalización de la producción ha creado un sistema en el que las empresas a menudo cooperan para compartir conocimientos y tecnologías. Brindan información y capacitación para el desarrollo de capacidades a otros a lo largo de sus cadenas de suministro. Los GSC pueden ser el medio para mover las innovaciones en todo el mundo.
La ONUDI está lista para asociarse con actores públicos y privados en innovación y transferencia de tecnología. Mi lema es ’Progreso por innovación’. Debemos compartir el conocimiento que tenemos para el beneficio de todos.
Mi lema es ’Progreso por innovación’, debemos compartir el conocimiento que tenemos para el beneficio de todos.
Reglamento y normas
El cambio climático es un problema global que necesita soluciones globales. No se trata solo de implementar políticas ambientales y climáticas en los países desarrollados. Tenemos que ser conscientes del riesgo de que las empresas de estos países trasladen la producción intensiva en carbono a países con un enfoque menos estricto.
Para que la descarbonización sea efectiva, necesitamos un régimen regulatorio que establezca estándares apropiados , rastree el progreso y el desempeño contra esos estándares, y establezca un mecanismo transparente para informar las emisiones y evitar el “lavado verde”.
Un ejemplo de tal regulación es el Mecanismo de Ajuste Fronterizo de Carbono (CBAM, por sus siglas en inglés) propuesto por la Unión Europea . Esto requeriría que los exportadores declaren las emisiones de carbono incorporadas en cualquier producto que vendan en el mercado de la Unión Europea. Las emisiones de carbono no podían simplemente ’exportarse’ a otro lugar.
Medir, monitorear y documentar las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de un GSC puede ser técnicamente desafiante, lento y costoso. Sin embargo, los fabricantes deberán cumplir con los estándares internacionales para poder operar o vender en el exterior. Esto es mucho más difícil para los productores de los países en desarrollo. Necesitarán apoyo para desarrollar capacidades e instituciones tanto en el sector público como en el privado para seguir siendo competitivos.
Los diferentes estándares que existen actualmente en muchas jurisdicciones pueden hacer que el cumplimiento sea aún más complicado. La armonización de los estándares globales reducirá la incertidumbre y permitirá a las empresas planificar a largo plazo. Una buena planificación a largo plazo desbloquea la inversión para prácticas comerciales sostenibles. Solo podemos lograr esto a través de la cooperación multilateral.
Asociaciones multilaterales
El cambio climático es un desafío global y debe abordarse desde todos los ángulos ahora. Garantizar la creación de un sector industrial sostenible requiere el apoyo de los responsables de la toma de decisiones, las organizaciones internacionales, las empresas privadas y los organismos de la industria. Dependerá de la inversión, el desarrollo de capacidades, la innovación y la regulación.
Las prioridades más apremiantes para las GSC son la transición a la energía renovable y la adopción de métodos de producción de economía circular para descarbonizar y mejorar la eficiencia de los recursos. La Iniciativa de descarbonización profunda industrial (IDDI) de la ONUDI promueve la eficiencia y la energía limpia junto con el desarrollo y la armonización de estándares para respaldar todas las etapas de las GSC.
Necesitamos hacer uso de las conexiones que ya existen en los GSC para generar más estándares internacionales y la transferencia de tecnología, habilidades y capacidades. De esta forma, podemos acelerar el logro del “cero neto” en todas las cadenas de suministro.
La ONUDI pide más cooperación e inversiones internacionales, y especialmente multilaterales, para garantizar que todos desempeñen su papel y puedan beneficiarse de la transición energética. A través de nuestra plataforma de asociación, estamos listos para defender la cooperación internacional para promover el progreso mediante la innovación, asegurando que todos contribuyan a crear un planeta saludable y próspero para todos.
Fuente: unido.org