Definitivamente, la respuesta es sí. El liderazgo en seguridad es sólo un componente del liderazgo en general. En el marco de su reciente transformación en la manera de gestionar, las empresas han establecido una especie de «reglamento del líder», un «manifiesto» que indica claramente aquello que esperan de un mánager-líder y las ideas que éste debe encarnar.
Las competencias que buscan en un líder trascienden ampliamente el campo de la seguridad, porque los días del “safety first” han quedado atrás. Las empresas son conscientes de que la seguridad debe ser gestionada junto a otras cuestiones que están en juego. Como dice René Amalberti, director de la Foncsi, «en una empresa se puede morir por muchas cosas además de por un accidente; se puede morir porque ya no hay clientes, porque la calidad de lo que se ofrece se ha deteriorado, porque no se ha invertido en investigación, porque hay deudas”…
Al igual que ocurre con el trabajo sobre los aspectos fundamentales de una organización, la seguridad es una excelente puerta de entrada para desarrollar y mejorar el liderazgo porque la seguridad es uno de los temas que más consenso y movilización genera dentro de la empresa.
El liderazgo de los mánager y la participación de todos: las claves para una cultura de seguridad exitosa
Existen 4 grandes tipos de cultura de seguridad. La más buscada y la más difícil de lograr es la denominada cultura integrada, que tiene como objetivo un alto nivel de seguridad e involucra a todos los integrantes, de todos los niveles, de una organización. Esta cultura requiere:
Un compromiso de la dirección, que se percibe no sólo en los discursos sino también en las decisiones, en el estilo de gestión y en las formas que adquiere la presencia en el terreno,
Un fuerte liderazgo de los mánager, que hace que cada uno de ellos promueva dentro de su equipo la importancia de la política de seguridad e informe a los niveles superiores sobre las dificultades que surgen al aplicarla, las situaciones de peligro y las propuestas de mejora,
La participación de los trabajadores, que se manifiesta en el despliegue cotidiano de su profesionalidad cuando respetan las reglas aplicables, alertan sobre las que pueden no serlo, tienen una actitud interrogativa, ejercen la vigilancia compartida…
La cultura de seguridad directiva también requiere de un gran compromiso por parte de los mánager. Se trata sin embargo de un compromiso de otra índole, correspondiente a un modelo “a la antigua usanza”, más prescriptivo que participativo, que no fomenta realmente el diálogo ni la construcción en conjunto…
Un liderazgo centrado en lo humano
Nada influye más en el comportamiento de los trabajadores que el comportamiento de los mánager.Efectivamente, «si cuestionan constantemente la producción y el rendimiento, indican que estos factores tienen prioridad sobre la seguridad. Si se preocupan por la seguridad, detectan los problemas, vigilan y miden la seguridad, están dando una fuerte señal sobre su importancia«, explica Andrew Hopkins, sociólogo y profesor emérito de la Universidad Nacional de Australia.
Además, gracias a su posición en la organización, los mánager son aquellos que tienen mayor capacidad para actuar sobre las distintas dimensiones de los factores organizacionales y humanos: situaciones y colectivos de trabajo, procesos organizacionales, etc., y por lo tanto, para fomentar un comportamiento más seguro.
3 ejes para desarrollar un liderazgo en seguridad propio
En lo que usted hace cotidianamente:
En el tipo de diálogo que usted establece:
En los medios técnicos u organizacionales que usted otorga a la seguridad:
Fuente: prevencionar.com