Stuttgart - El jefe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió hoy a las naciones del G7 que ayuden a anticipar la escasez de alimentos en el futuro, ya que la guerra en Ucrania reduce los suministros, eleva los precios a niveles récord y amenaza a las naciones ya vulnerables de África y Asia.
“Necesitamos identificar activamente formas de compensar las posibles brechas futuras en los mercados globales, trabajando juntos para fomentar aumentos de productividad sostenibles donde sea posible”, dijo el Director General Qu Dongyu en la reunión de Ministros de Agricultura del G7 en Stuttgart, Alemania.
Qu fue invitado por la presidencia alemana del G7 para discutir las consecuencias del conflicto en Europa del Este sobre la seguridad alimentaria global.
Ya en 2021, aproximadamente 193 millones de personas padecían inseguridad alimentaria aguda y necesitaban asistencia urgente, casi 40 millones más que en 2020.
“Es en este contexto dramático que ahora enfrentamos la guerra en Ucrania”, dijo Qu.
Rusia y Ucrania son actores importantes en los mercados mundiales de productos básicos, y la incertidumbre que rodea al conflicto ha provocado aumentos repentinos de los precios, en particular del trigo, el maíz y las semillas oleaginosas, así como de los fertilizantes. Estos aumentos se suman a los precios ya altos impulsados por una demanda sólida y los altos costos de los insumos como resultado de la pandemia de COVID-19.
En marzo, el índice de precios de los alimentos de la FAO alcanzó su nivel más alto (160 puntos) desde su creación en 1990 y solo descendió ligeramente en abril.
Las previsiones de exportación de trigo tanto para Rusia como para Ucrania se han revisado a la baja desde el comienzo de la guerra. Y a pesar de que otros actores del mercado, como India y la Unión Europea, están impulsando sus ofertas, la oferta sigue siendo escasa y es probable que los precios se mantengan elevados en los próximos meses, dijo Qu.
Los países que dependen en gran medida de las importaciones de trigo incluyen Egipto y Turquía, pero también varios países subsaharianos como el Congo, Eritrea, Madagascar, Namibia, Somalia y Tanzania. Mientras tanto, los países que dependen en gran medida de los fertilizantes importados de Rusia incluyen cereales clave y países exportadores de materias primas de alto valor como Argentina, Bangladesh y Brasil.
Ofreciendo soluciones
Según la FAO, la transparencia del mercado es crucial. Por eso, la FAO acoge con satisfacción todos los esfuerzos para fortalecer y ampliar el Sistema de Información del Mercado Agrícola (AMIS), una plataforma interinstitucional diseñada para mejorar la transparencia del mercado alimentario lanzada en 2011 por los ministros de agricultura del G20 tras las subidas mundiales de los precios de los alimentos en 2007/08 y 2010. AMIS está alojado en la FAO.
La FAO también ha propuesto un Servicio mundial de financiación de la importación de alimentos para ayudar a las naciones a hacer frente al aumento de los precios de los alimentos. El mecanismo, que se basa estrictamente en las necesidades y se limita a países de ingresos bajos y medios bajos, importadores netos de alimentos y beneficiarios seleccionados de la Asociación Internacional de Fomento, podría beneficiar a casi 1.800 millones de personas en los 61 países más vulnerables del mundo.
La instalación ha sido diseñada para incluir condicionalidad inteligente para actuar como un estabilizador automático para la financiación futura. Los países elegibles se comprometerán a realizar inversiones adicionales en agricultura, reduciendo así las futuras necesidades de importación.
En su discurso ante la reunión del G7, el Director General de la FAO también instó a los gobiernos a “abstenerse de imponer restricciones a la exportación, que pueden exacerbar los aumentos de los precios de los alimentos y socavar la confianza en los mercados mundiales”.
En cambio, debemos “asegurarnos de que cualquier medida que se tome para abordar la crisis no exacerbe la inseguridad alimentaria y, por el contrario, aumente la resiliencia”, dijo Qu.
La reunión en Stuttgart fue organizada por el Ministro de Agricultura de Alemania, Cem Özdemir, y contó con una declaración de invitado de su colega ucraniano, Mykola Solsky.
Fuente: fao.org
