La tímida subida de la contratación del primer trimestre no fue acompañada de una mejora de la seguridad laboral. Tras una década de continuo descenso, los accidentes de trabajo subieron por primera vez en los tres primeros meses del año. En números absolutos, en ese periodo se registró casi un millar más de incidentes que hace un año, pero también hubo más accidentes por cada 100.000 afiliados a la Seguridad Social, según el Departamento de Empresa y Empleo.
Durante el primer trimestre del año hubo 19.140 accidentes en jornada de trabajo con baja, lo cual supone un incremento del 5% respecto al mismo periodo del año pasado. Tras varios trimestres de descenso, ese valor, de 3.030 siniestros por cada 100.000 afiliados, también se ha incrementado respecto al año pasado y en relación al trimestre anterior. El principal motivo es el incremento de los accidentes leves en todos los sectores económicos. Los accidentes graves y los mortales, en cambio, siguieron bajando.
El índice de incidencia de accidentes laborales ha tenido una bajada importante, de manera que ha llegado a “parámetros muy bajos”, por lo que considera que se considera que “descensos tan claros serán ya difíciles de ver”. “No hay un cambio de tendencia, sino un mantenimiento. Lo veremos cuando cerremos el segundo trimestre”.
Sin embargo, patronal y sindicatos sí están preocupados por estos datos, y las organizaciones UGT y CC OO preparan ya sendos informes que presentarán en los próximos días. El secretario de Política Sindical de UGT, Camil Ros, asegura que el aumento de la siniestralidad laboral indica el incremento de malas condiciones laborales.
A partir de ahí, en las causas y las soluciones, surgen las divergencias entre patronal y sindicatos. Camil Ros, de UGT, indica como factores determinantes la precariedad y la falta de recursos en formación y seguridad laboral. “No lo olvidemos, se trata de una inversión y no un gasto. Sirve para que las empresas sean más competitivas”, recuerda. La responsable de Salud Laboral en CC OO, Loly Fernández Carou, discrepa en que el cambio de tendencia se dé ahora. A su juicio, las estadísticas muestran “un cambio en la notificación” de las enfermedades laborales, pero los números que valen son los de la Encuesta de Condiciones de Trabajo. Y esta, afirma, muestra cómo se ha degradado el entorno laboral en los últimos años. Fernández Carou coincide con Ros en que la formación y la seguridad laboral han sido dos de las víctimas de la crisis. “Lo hemos visto a diario. Habíamos conseguido arrancar de las empresas mejoras, pero llegó la crisis y todo se paralizó”, lamenta.
Fuente: Elpais.es