Las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL) son una serie de reglas y procedimientos establecidas por organismos como OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos), FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) y la Agencia de Protección Ambiental (EPA), entre otras, con la finalidad de que los ensayos no clínicos en su presentación ante las Autoridades Reguladoras Competentes para el registro oficial de las sustancias estudiadas, paso previo para su comercialización, cumplan con los criterios reglamentarios establecidos.
Los principios de las BPL son utilizados para realizar ensayos destinados a obtener los datos sobre las propiedades y peligrosidad para las personas, los animales y el medio ambiente de cualquier sustancia química y constituyen, por tanto, un Sistema de Garantía de Calidad acerca de las condiciones en que estos estudios se planifican, se ejecutan, se controlan, se registran, se archivan y se difunden.
Estos son ensayos no clínicos de seguridad sanitaria y medioambiental realizados, por tanto, con fines reglamentarios.
En esta ficha podrá descargar una práctica presentación en PDF de las Buenas Prácticas de Laboratorio.
Las principales ventajas que aportan son:
Cumplimiento con requisitos legales y aseguramiento en la calidad de los resultados.
Se aplican en las entidades de ensayo (laboratorios farmaceúticos, alimentarios, control de calidad, entre otros) en las pruebas de seguridad no clínicas practicadas en los elementos contenidos en los productos farmacéuticos, los pesticidas, los cosméticos, los medicamentos veterinarios, los aditivos para la alimentación humana y animal y de los productos químicos industriales.