Es necesario que las empresas apliquen el mismo enfoque de negocios a sus relaciones comunitarias para que sean sostenibles y rentables en el tiempo.
La filosofía de las empresas para sobrevivir y hacer crecer su negocio se basa en ser conscientes de las amenazas y oportunidades, y adoptar medidas eficaces para mantenerse vigentes, especialmente en momentos de crisis. Este compromiso no siempre está presente en el ámbito de las relaciones entre empresas y comunidades. Hoy, muchas compañías expresan su frustración frente al cambio de actitud de las comunidades hacia sus proyectos.
En respuesta a esta evolución, algunos gobiernos han cambiado sus regulaciones para exigir a las empresas un mayor aporte económico, orientado al desarrollo local y la creación de puestos de trabajo, y la mitigación de impactos sociales y ambientales, entre otros.
Tradicionalmente, algunas empresas han hecho el mínimo exigido por la legislación o han dependido de las relaciones públicas y el marketing para gestionar sus relaciones comunitarias. Ese enfoque debe emigrar hacia la concreción de compromisos y diálogos con una amplia gama de actores. Es necesario aplicar el mismo enfoque empresarial a estas relaciones, y entender que son tan importantes como la gestión financiera para que un negocio sea sostenible y rentable.
¿Cuál es el camino a seguir? No hay una receta para esto, pero hemos identificado algunos aspectos útiles:
El cambio no es fácil. Los enfoques tradicionales basados en el poder, la influencia y las relaciones públicas no serán efectivos en el nuevo contexto. Algunas empresas están haciendo la transición a esta nueva manera de relacionarse y, por suerte, hay varias pautas, normas y programas de capacitación disponibles para ayudar a mejorar la gestión en este ámbito.
Fuente: chiledesarrollosustentable.cl